Vamos a dar un paseo por el recorrido, especialmente concebido para ir en bici, llano y sin piedras, desde Palafrugell hasta Palamós. 

En la recepción del hotel os explicarán cómo llegar al punto de salida. A partir de ahí, si el día no es ventoso, daréis un saludable y tranquilo paseo, disfrutando del paisaje, hasta Palamós. Os recomiendo, sin embago, que cuando lleguéis al cruce de la Playa del Castell toméis el desvío hacia el mar. Aunque hayáis ido otras veces, el paraje es tan bonito que vale la pena ir cada semana, durante todo el año y todos los años de vuestra vida.

Al llegar a la playa hay un parking de bicis. Si es un día caluroso, os habréis ganado un chapuzón. Pensad que la Vía Verde sigue el recorrido de un pequeño tren, inaugurado en el siglo XIX para mejorar las comunicaciones y ayudar a la industria del corcho. Hasta su construcción, todas las mercancias se movían con tartanas. El nuevo tren unía Palamós y Banyoles pasando por Mont-Ras, Palafrugell, Llofriu, Torrent, Sant Climent de Peralta, Vullpellac, La Bisbal, Corçà, La Pera, Flacà, Bordils, Celrà, Girona, Sarrià de ter, Cornellà de Terri i Banyoles. Sufrió muchas crisis: la de la industria de los tapones de corcho, la de la filoxera, la Primera Guerra Mundial, terribles accidentes y la Guerra Civil. Después de tantas vicisitudes necesitaba electrificarse y modernizarse pero la administración no tenía ningún interés en mantener la línea y se cerró definitivamente en 1956.

Los viejos del lugar recuerdan que tenían que bajar del tren en las cuestas e incluso empujarlo un poco. Lo llamaban el Tren Petit (el tren pequeño) El Tramvia del Baix Empordà o el Tren Pinxo de Banyoles (El tren chulo de Banyoles).