Hay gente para todo, esto ya lo sabemos. Pero hay gente simpática que hace cosas innecesarias pero bonitas, de las que nos alegran el día. Así son los que han colocado un banco con una mesa en el mirador de la Cala Pedrosa . Solo este detalle convierte este tramo del camino en algo especial: después de la subida, apetece sentarse y ver las vistas. Pero es que, además, han colocado una caja de madera clavada en el respaldo del banco y dentro de la caja, un estuche de plástico con una libreta, bolígrafos y lápices de colores; todo lo necesario para que los que pasamos por allí podamos escribir, o dibujar nuestras impresiones.

Es un lugar poco concurrido y sin embargo, al sentarnos frente al mar y gracias a la libreta, nos hermanamos con todos los que, como nosotros, han elegido caminar y disfrutar del paisaje. Nos saludamos sin conocernos, nos hacemos compañía a destiempo.

¿Cómo llegar? Es fácil. En la Recepción del Hotel tendremos mucho gusto en explicároslo.